domingo, 5 de septiembre de 2010

CREPÚSCULO ESTIVAL


Algunos tenemos la dicha de vivir en zonas donde la naturaleza y el paisaje esplendoroso es dominante principal del entorno... En un agonizante Agosto me desplacé donde termina el mundo en la montaña leonesa, y entre vistas insospechadas, capté una imagen con los últimos rayos solares acariciando las alturas de peñas, muchas de ellas inaccesibles. Para mi esta imagen era un final, no solo de un caluroso día de agosto, sino también de una estación, de una vivencia emotiva y de una etapa de la vida que irremediablemente los años pesaban en el corazón y como no, también en la espalda. Los moribundos pero aún encendidos colores del astro rey se despedían lentamente lanzando fuertes pinceladas rojizas a las milenarias montañas, mientras que nosotros, esos insignificantes seres que somos ante estas grandiosidades, solo nos queda la opción de meditar y pensar como privilegiada dote que el humano posee. "Crepúsculo estival" titulo esta imagen, aunque encierre para mi muchos más crepúsculos de efímeras experiencias vitales.
Jesús Trapote

3 comentarios:

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  2. Hola Jesús, fíjate qué casualidad, que yo también estaba el mísmo día y a la misma hora contemplando este crepúsculo estival. Creo que hasta comimos la misma comida y creo también que compartimos sendos cumpleaños y entrañables regalos, jeje.

    Estoy plena ahora mismo de ese sentimiento crepuscular del que hablas en tu semblanza. Llevo dos días sin levantar cabeza, como tú bien dices meditando y pensando qué será de mi vida una vez me aleje de estos mágicos parajes para "encerrarme" en las montañas de cemento de Madrid. Crepúsculo de emociones.

    Un beso.

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  3. Isabel gracias por compartir conmigo esas magias

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