jueves, 5 de mayo de 2011

"CUQUINA"

Cuquina se ha ido. Se ha ido en silencio sin apenas decir “Guau”. Se nos ha subido en una algodonada nube diminuta como ella y ha ascendido al paraíso donde van todos los que nosotros, los humanos, llamamos animales. Lo triste de esto es el desconsuelo que deja en los corazones de quienes fueron sus para mi, mal llamados dueños; y lo digo porque quienes amamos a los animales nos somos dueños de nada sino más bien, padres y hermanos imprescindibles para ellos…

Opino que si existieran convencionales esquelas para estos seres llamados de compañía, en la de Cuquina tenía que aparecer la frase de: “Sus desconsolados padres, Chusina y Eduardo que no ruegan una oración por su alma sino que suplican desgarradadoramente que vuelva con ellos para seguir los tres caminando por la vida en feliz armonía”…Pero desgraciadamente esto no es posible porque el ciclo de la vida y la muerte está siempre presente en todo ser vivo y también les acoge a nuestros queridos animales de compañía. Hablar más de la diminuta Cuquina sería como ahondar más en la herida sentimental que ha dejado en los vivos y mucho más buscar motivos o justificaciones de su pérdida. Simplemente su corazoncito ha dicho basta y su ingenua e inocente alma (que seguro que la tenía) ha partido hacia una, de seguro, feliz eternidad llena de congéneres que por diversas circunstancias nos abandonaron dejándonos sumidos en la mayor tristeza y soledad…

Es muy posible que en ese paraíso animal donde ahora ya corre alegre Cuquina, se haya encontrado con mi querido gato Pitín, quien también me abandonó en la fría mañana del 3 de enero después de convivir conmigo nada menos que 17 años. Ella, juguetona y saltarina que lo era, provocará a mi longevo Pitín quien, al ser mayor que ella, quizás le responda con un cariñoso bufido de intolerancia debido a la edad; Cuquina no conforme lo contestará con su fino ladrido hasta que por fin, intercambiando comunicación con su lenguaje que solo ellos conocen, se fundirán en una sana e inmortal armonía..

Mientras nosotros, los amantes de los animales aquí en lo que llamamos vida, seguiremos desconsolados buscando a todos estos seres vivos que un día, sin que podamos comprender y menos aceptar, decidieron partir hacia otros rumbos desconocidos…

¡Qué bonito es soñar con fantasías literarias!, pero lo cierto es que aunque Cuquina se ha ido físicamente, sigue en nuestros corazones para siempre y mucho más en el interior de esos inconsolables Chusina y Eduardo que lloran su pérdida. Yo como amigo de los tres lo comparto y me uno a ellos.

5 de mayo 2011

Jesús Trapote

3 comentarios:

  1. Hijo mío te has empeñado en hacerme llorar con tus desconsolados escritos. Desde la lejanía, di a Chusina y Eduardo cúanto lo siento.

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  2. Sin ánimo de sacar jugo aquello de "la mancha de la mora se quita con otra", puedo decir que ya ocupa el vacío dejado por Cuquina un nuevo perrito de la misma raza en el descondolado hogar de Chusina y Eduardo...Ahora viene el largo camino de ausencias y suplencias que poco a poco este nuevo ser irá ocupando su espacio en los corazones de ellos. No es intención mía la de sembrar de lágrimas la red, solo de transmitir mis sentimientos de un modo sincero y espontáneo. Siento si he herido sensibilidades

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  3. Qué bien, me alegro por tus amigos. En realidad se cumple una ley natural que rige para todo y para todos, morir y renacer en otros.

    Respecto a tus escritos sobre seres queridos me digo siempre, bueno voy a leerlos y ya. Pero a medida que entro en la temática, toda mi fibra sensible se rebela y al final termino llorando como una Magdalena. Así es una.

    Mil besos

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