domingo, 20 de febrero de 2011

MUSTIOS INVERNALES


En estos días en que un tímido sol de Febrero anuncia la recta final del invierno leonés, frío y áspero a rabiar, soy observador y como tal escudriño y analizo en mi jardín los restos vegetales que quedaron de la floración, la luz y los calores…Los observo y miro con curiosidad y nostalgia a la vez, como el que analiza el pasado y el presente de la vida. Son cadáveres de lo que en su día fueron hermosas rosas o bellas hojas frescas de plantas alegres. Son esqueletos de un pasado efímero lleno de vida y que en estos invernales momentos, solo queda el simbolismo macabro de su existencia.

Decía antes que era como la vida pasada y el presente. Cuerpos arrugados, ojeras, torpezas de movimiento, grasas sobrantes y un sin fin de achaques de la vida misma, son la consecuencia de aquellas pasadas vitalidades donde no te daba pudor mirarte al espejo y tu espíritu y cuerpo rebosaban vitalidad,”comiéndote” todo lo que se te pusiera por delante. Somos esas esqueléticas plantas que ahora observo y ayudado con la cámara fotográfica, las maquillo y hago de su imagen algo, no bello, sino más bien espectacular que al contemplarlo nos haga olvidar lo que en realidad son esos secos restos vegetales...(Sigue en mi Web personal dentro del menú "Mis otras maldades")

1 comentario:

  1. Quien no se conforma es por que no quiere. Efectivamente hay cien mil agarres a los que asirnos cuando estamos mustios, y si no, como dices, a reírnos un poco hasta de nosotros mismos. O a tomar un heladito, como acabo de hacer yo ahora mismo.

    Pero contemplar los tímidos capullos de los árboles cada inicio de primavera es la mejor terapia para salir de cualquier mustiez. Te acompaño.

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