Parece que fue ayer cuando siendo un pipiolo atontado por los despertares a la vida sentí la primera llamada del amor hacia una chica, más bien niña; una vecina cercana en la rancia ciudad provinciana donde nací y me crié...Esos incesantes latidos del corazón adolescente, ese nerviosismo, ese "no dormir", llega a mi con una sonrisa en la boca que más bien se parece a una amarga mueca. Pasaron los años y fui creciendo en todos los aspectos menos en el atontamiento de los amoríos que se han ido sucediendo a lo largo de esta trayectoria vital. Mi facilidad para enamorarme ha rozado los límites de la cordura y miles han sido los sufrimientos internos padecidos por tantas y tantas mujeres que llamaron a mi corazón. Lo peor es que la mayoría de las veces esas llamadas solo las escuchaba yo y la falta de correspondencia, hacían aún mayor mi desasosiego...
Llego a los sesenta y cinco años y me miro al espejo y veo la triste realidad. He llegado al punto semifinal de mis correrías amorosas porque hay que ser objetivo y dejarse de pamplinas sentimentaloides que no hacen más que fomentar desesperaciones y desengaños inútiles. ¿Dónde vas Jesús?, me pregunto al ver mi marchito rostro cansado por el paso del tiempo...¿Dónde vas si no puedes ya ni con el alma arrugada que tienes?
Llego desesperado un año más al día que cumplo años y más este que paso a engrosar la hasta ahora edad en que dejarás de ser útil a la sociedad.Me echo las manos a la cabeza y trato de analizar mi recorrido por la vida llegando a una sencilla conclusión: Hice el idiota y lo he hecho con ganas.
¿Recompensas? Ninguna. Como mucho algún buen momento que casi se diluye con el transcurrir de los años y poco más.Eso sí, muchos sufrimientos, muchas ilusiones en mi cabeza solamente y falsas esperanzas creadas por mi gran imaginación. Alguien tacharía estos amoríos míos como platónicos cosa que es posible que alguno lo haya sido aunque creo que lo peor es sentir en la actualidad que perduran en mi corazón como algo atesorado con el tiempo. Reconozco que la mayoría solamente han sido fruto de mi descabellada mente blanda en estos menesteres.
Ahora, llegado este 26 de agosto de 2012 en que "celebro" el día que tuve la suerte o desdicha de venir a este mundo, es momento de reflexionar y también de agarrarse la cabeza tratando de no perderla en el tiempo que pueda quedarme e intentar serenar las ideas y lo que es más, mi corazón... pero yo sigo preguntándome. ¿Será mejor dejar las cosas como están y dar libertad al destino? Aquí está el terrible dilema.
"El otro"Jesús Trapote
Te acompan,o en el sentimiento, mi querido Jesùs.
ResponderEliminarComo dice otro veterano, Lalo, feliz cumplemenos.
An,o tras an,o,celebramos juntos nuestros cumplemenos, en compan,ìa de nuestras queridas y respectivas familias, nos lo pasamos bien, nos reìmos, comemos hasta explotar,damos el consabido paseo, pero sè que los dos nos sentimos tan solos como una piedra pelada. Lo que hemos hecho en nuestra vida se diluye descaradamente, en un desgraciado baile infernal, y el presente esta sembrado de minas que debemos ir sorteando para sobrevivir, y el futuro ni nombrarlo.
No acun,es para ti solo lo de los amores imposibles, estamos todos en el mismo carro. Pero sì, es muy frustrante, cierto. Deja posos de amargura y absurdez.
Este an,o mi querido amigo, ni regalo te he hecho, mira como estare de descabalada, no he tenido ni energia para pensar en algo que te complaciera. Pero sabes que tienes toda mi amistad, consideracion y carin,o para siempre. De ello si estoy segura. Muchos besos y ànimo, ya se nos pasarà la resaca.
Gracias Isabelita querida; te contesto ahora que Alicia está digiriendo su trago echada en la cama con los ojos como platos. El mejor regalo es tu cariño que tan generosamente me has brindado desde hace años.Somos una piña con metas similares pero con distintos conceptos...queda seguir aguantando por aquello de la ley de vida. Muchos besos.
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