Dicen que cumplir años es una
virtud porque has vivido una larga experiencia que muchos aún no han
conseguido. También, si se mira desde otro prisma, cumplir años supone así
mismo una resta a tu ciclo vital…Todo creo que es según el estado anímico del
cumplidor de años.
Si me pregunto a mi mismo por mi
estado no sé a ciencia exacta que podría responder. Si soy sincero conmigo
mismo podría decir simplemente que estoy muy negativo e irascible con todo lo
que me rodea y mi estado de ánimo está por los suelos. Con ello quiero decir
que mi creatividad plástica es en estos momentos nula o como mucho escasa. El
estado emocional tampoco está muy boyante y con mi pareja, a la cual sigo
enamorado, o al menos eso creo, mi relación es poco satisfactoria, por no decir
poco sostenible. Creo que llega un punto en que el rechazo es tal, que existe
un resignado conformismo de tolerancia mutua.
A mí mismo me sorprende mi
actitud, yo que tanto me he alardeado de ser un romántico convulsivo y una
persona de alta sensibilidad emocional…Me doy miedo el llegar a esta edad con
un carácter extraño en mi modo de ser, y que no recuerdo desde que tengo un
razonable uso de razón.
¿Qué me pasa? ¿Por qué cumplir
años cada vez me resulta más desolador en mi estado de ánimo? ¿Dónde terminará
esta escalada hacia una desesperación incomprensible? Ya ni gracia ni nada me
producen esas muestras de las gentes que aparentemente te quieren o aprecian y
tratan con una felicitación, mayormente protocolaria, de estar un poco más
cerca de mi persona.
Un año más y un año menos me
siento a reflexionar con esta filosofía parda que produce un cada vez mayor
desasosiego, colmándose mi ánimo en dudosas cuestiones sin respuesta
El “otro” Jesús Trapote
26 agosto 2013