sábado, 31 de agosto de 2013

UN AÑO MÁS, UN AÑO MENOS






Dicen que cumplir años es una virtud porque has vivido una larga experiencia que muchos aún no han conseguido. También, si se mira desde otro prisma, cumplir años supone así mismo una resta a tu ciclo vital…Todo creo que es según el estado anímico del cumplidor de años.
Si me pregunto a mi mismo por mi estado no sé a ciencia exacta que podría responder. Si soy sincero conmigo mismo podría decir simplemente que estoy muy negativo e irascible con todo lo que me rodea y mi estado de ánimo está por los suelos. Con ello quiero decir que mi creatividad plástica es en estos momentos nula o como mucho escasa. El estado emocional tampoco está muy boyante y con mi pareja, a la cual sigo enamorado, o al menos eso creo, mi relación es poco satisfactoria, por no decir poco sostenible. Creo que llega un punto en que el rechazo es tal, que existe un resignado conformismo de tolerancia mutua.
A mí mismo me sorprende mi actitud, yo que tanto me he alardeado de ser un romántico convulsivo y una persona de alta sensibilidad emocional…Me doy miedo el llegar a esta edad con un carácter extraño en mi modo de ser, y que no recuerdo desde que tengo un razonable uso de razón.
¿Qué me pasa? ¿Por qué cumplir años cada vez me resulta más desolador en mi estado de ánimo? ¿Dónde terminará esta escalada hacia una desesperación incomprensible? Ya ni gracia ni nada me producen esas muestras de las gentes que aparentemente te quieren o aprecian y tratan con una felicitación, mayormente protocolaria, de estar un poco más cerca de mi persona.
Un año más y un año menos me siento a reflexionar con esta filosofía parda que produce un cada vez mayor desasosiego, colmándose mi ánimo en dudosas cuestiones sin respuesta
El “otro” Jesús Trapote
26 agosto 2013